En recuerdo a Bosco. Micromundos

En recuerdo a Bosco. Micromundos El pequeño túnel de ladrillo, bajo la carretera que lleva a las Arenas Blancas, desemboca en la pequeña y aplanada acequia de arena que, tras años de riego, ha creado una fina capa de arcilla subterránea que retiene el agua tras el riego, formando pequeños charcos de aguas cristalinas. A la salida del túnel, viejas piedras de albero han sido recubiertas por un musgo aterciopelado, tan intensamente verde que sería la envidia de los devotos de San Patricio. Al final de esta suave costa, minúsculas playas de arena ofrecen sitio a una baja y olorosa selva de hierbabuena y marrubio que se adentra en las aguas nítidas y mágicas de la pequeña laguna en la que se ha convertido la acequia tras el riego. La menta y la fragancia fresca del agua de pozo parecen capaces de mantener en suspenso el tiempo, en el que crecen las fantasías. Con cuidado, con los ojos casi a la altura del agua, colocamos dos minúsculas canoas que hemos tallad...